Antecedentes: Las formaciones
abscedadas representan entre el 0,3 al 4 % de las complicaciones
del cáncer de colon como consecuencia de lesiones perforadas.
El músculo Psoas se encuentra usualmente protegido
y excluido de la patología intraperitoneal.
Lugar de aplicación: Hospital Público de
la Comunidad.
Diseño: Presentación de caso clínico
Lámina explicativa con iconografías.
Material y Métodos: Revisión de historia
clínica y bibliográfica.
Población: paciente de sexo femenino de 34 años
de edad consulta por dolor en región lumbar izquierda
irradiada al flanco, acompañado de equivalentes febriles
astenia y adinamia.
Examen físico: abdomen plano, depresible, doloroso
a la palpación en flanco izquierdo, sin reacción
peritoneal, RHA+. Puñopercusión izquierda
+.
Laboratorio: Hto 22%, GB 19000, resto S/P.
TAC: músculo psoas izquierdo aumentado de tamaño,
hipodenso, con imágenes aéreas en su interior,
que desplaza al riñón ipsilateral (proceso
inflamatorio agudo).
Evolución: desfavorable
Cirugía: Lumbotomia izquierda, drenaje de absceso
de Psoas purulento, fétido, se toma muestra para
cultivo ( E. Coli, y Anaerobios)
Evolución: nauseas y vómitos, distensión
abdominal, abdomen doloroso a la palpación, sin reacción
peritoneal, RHA escasos.
Rx Abdomen: Obstrucción Colónica baja con
válvula ileocecal continente
Reintervención: (Al 5° día) Laparotomía
constatando peritonitis fecal, perforación colon
derecho, formación estenosante en colon descendente.
Colectomía subtotal con Íleo-rectoanastomosis.
Biopsia: Adenocarcinoma de Colon.
Conclusión: El absceso de psoas como presentación
inicial de cáncer de colon perforado es excepcional.
La sospecha de patología colónica ante una
colección en psoas inexplicable debe estar en primera
línea para evitar el retraso en el diagnóstico
y tratamiento de esta entidad.