Antecedentes: La fístula
bilioentérica espontánea es un evento infrecuente
Objetivos: Presentar un caso poco habitual que requirió
un manejo complejo.
Lugar de aplicación: Hospital Público.
Diseño: Descriptivo.
Población y método: Un caso clínico.
Resultados: Paciente de sexo masculino de 36 años,
que ingresa por herida de arma blanca en epigastrio. Presentó
lesión de vena cava inferior, sección de la
cabeza del páncreas, del 75% de la segunda porción
duodenal y dos lesiones yeyunales. Fue operado en tres oportunidades.
En la primera se repararon las lesiones y ante el fracaso
de la rafia duodenal, se realizó duodenopancreatectomía
cefálica en la segunda. Evolucionó con dehiscencia
de la coledocoyeyunoanastomosis y dos fístulas enterocutáneas.
Fue reintervenido en pésimo estado. Se practicó
sutura yeyunal y exteriorización de la vía
biliar mediante un catéter. Se dejó abdomen
abierto y contenido.
30 días más tarde, después de la salida
accidental del drenaje, se constituyó espontáneamente
una fístula bilioentérica.
El paciente no presentó bilirragia ni síntomas
de obstrucción biliar. El hepatograma fue normal.
Las dos fístulas enterocutáneas fueron resueltas
con SIVACO en 97 días.
Cuatro meses después reingresa con colangitis por
estenosis de la comunicación bilioentérica.
Inicialmente ésta fue tratada en forma percutánea
y posteriormente con cirugía como tratamiento definitivo.
Conclusión:
La fístula bilioentérica espontánea
evitó una cirugía en un momento inoportuno
permitiendo el tratamiento conservador de las fístulas
enterocutáneas hasta su curación.
La dilatación percutánea de la fístula
biliodigestiva fue útil como tratamiento temporizador
pero la cirugía fue necesariamente el tratamiento
definitivo.