Introducción:
en la enseñanza de las técnicas microquirúrgicas
se utilizan materiales sintéticos para la práctica
inicial de anastomosis vasculares. Sin embargo, la textura
de estos materiales difiere mucho de la de los vasos sanguíneos.
Objetivo: evaluar el uso de segmentos vasculares arteriales
preservados como material de entrenamiento para la realización
de anastomosis, previamente a la práctica sobre la
rata de laboratorio.
Lugar de aplicación: Laboratorio de Trasplante de
Organos-UNLP.
Diseño: estudio de factibilidad de un modelo de
entrenamiento quirúrgico.
Población: fueron entrenados 20 cirujanos de distintas
especialidades.
Método: 1) actividades teóricas: manejo general
y quirúrgico del animal. 2) actividades prácticas:
se utilizaron en el entrenamiento inicial gasa quirúrgica,
tubos siliconados y segmentos vasculares de 1 cm disecados
de cadáveres de ratas derivados de otros proyectos
de investigación, preservados en ClNa 0.9% a –70°,
descongelados y fijados a una tablilla de corcho, para practicar
distintas técnicas de anastomosis bajo magnificación.
Luego se pasó a trabajar sobre el modelo vivo (ratas
Wistar).
Resultados: los cirujanos fueron encuestados sobre la consistencia,
textura, resistencia al paso de la aguja y presencia de
desgarros, comparando las arterias preservadas con los materiales
sintéticos y los vasos del animal vivo. El 100% prefirió
los cabos preservados a los materiales sintéticos.
Conclusiones: los segmentos vasculares arteriales preservados
constituyen un material biológico adecuado para el
entrenamiento en una técnica de alta complejidad:
su textura es comparable a la del modelo vivo y permiten
reducir el número de animales de laboratorio criados
y sacrificados para tal fin.