TRANSPOSICION DE LA VENA BASILICA PARA FISTULAS ARTERIOVENOSAS EN HEMODIALISIS
Autores
Leonardo Flory (*)MAAC, Jorge Palumbo(**)MAAC | (*)Médico de planta (**)Jefe de Servicio
Lugar de trabajo
Del Servicio de Cirugía de Torax y Vascular – Hospital San Martín de Paraná – ER

Antecedentes: Después de 4 a 6 semanas las fístulas arteriovenosas deben estar arterializadas, y con un flujo suficiente para realizar la diálisis.
La fístula radio-cefálica, descripta por Ciminio-Brescia sigue siendo el método de elección.

Objetivo: Presentar una técnica de poca difusión, utilizando la vena basílica.

Lugar de aplicación:Hospital público y Centro privado.

Diseño: Prospectivo.

Población: 11 pacientes con Insuficiencia renal crónica.

Material y método: Entre octubre de 2002 y julio de 2005, fueron operados 6 varones y 5 mujeres, cuyas edades oscilaron entre los 21 y los 97 años, utilizando anestesia local y sedación, para realizar fístulas arteriovenosas con la vena basílica antebraquial y braquial.
Procedimientos de anastomosis, superficialización, y transposición de la vena , fueron realizados en 2 etapas, con un intervalo de 4 semanas.

Medidas de evaluación: Fue controlada la evolución postoperatoria antes y después del inicio de las punciones, evaluando la permeabilidad de los accesos vasculares.

Resultados: De los 11 pacientes, 1 mantuvo la fístula permeable y sin complicaciones durante 27 meses, luego fue transplantado.
Otro paciente, con la fístula permeable, falleció a los 6 meses, por complicación de su enfermedad. Los restantes 9 pacientes llevan entre 1 y 18 meses utilizando la fístula, y sin complicaciones. Se continua con el seguimiento.

Conclusiones: Los accesos vasculares autólogos tienen mayor durabilidad y menor morbilidad y complicaciones. Con la transposición venosa basílica se puede obtener una extensa superficie para canular y realizar rotaciones adecuadas. Además es un procedimiento sencillo y realizable también en pacientes ancianos y lábiles hemodinamicamente.