Antecedentes: La mayor
parte de las fístulas son interesfinterianas y no requerirían
estudios sofisticados, sin embargo la alta tasa de recurrencia
nos lleva a la necesidad de un estudio de la continencia y
anatomía esfintérica previo a la cirugía.
La disposición de los trayectos a través de
la musculatura esfinteriana contribuye significativamente
en el éxito quirúrgico. Nosotros preferimos
el uso de la ecografía por que es fácil, claro
y con una buena tasa de certeza.
Objetivo: Establecer la utilidad de la ecografía
endoanal en el diagnostico de las fístulas perianales
y comparar con los procedimientos quirúrgicos aplicados.
Material y método: Se analizan en forma observacional
retrospectiva 57 ecografías realizadas por un mismo
operador, comparando los resultados de esta con los hallazgos
quirúrgicos de diferentes cirujanos y analizando
la táctica y técnica quirúrgica empleadas.
Resultados: La ecografía endoanal permite definir
la topografía del trayecto principal, de los secundarios,
diagnosticar la presencia de cavidades intermedias y localizar
el orificio interno en un porcentaje variable de casos (50-88%)
Si además existe un orificio externo, se puede realizar
el estudio tras instilación de agua oxigenada (2
ml mediante abbocath nº 18) lo que realza el trayecto
fistuloso y permite diferenciar mucho mejor de las estructuras
vecinas. En nuestra experiencia los hallazgos quirúrgicos
coincidieron con los ecograficos en 52 de 57 casos (91%).
Conclusiones: La ecografía endoanal es un método
claro y seguro en el diagnostico de las fístulas
perianales y mejora los resultados quirúrgicos disminuyendo
la colocación de sedales y numero de recidivas.