Aunque el bazo es un órgano que frecuentemente se ve afectado en pacientes con linfoma, el diagnóstico de linfoma primario de bazo es relativamente infrecuente y supone el 1% de los linfomas no Hodgkin.
    Para considerar a esta localización como primaria, la laparotomia debe incluir biopsia hepática y de ganglios retroperitoneales y mesentericos libres de enfermedad.

Presentación de un caso.

Paciente con antecedente de anemia crónica, presenta cuadro de instalación insidiosa manifestado por: disnea de reposo, dolor de intensidad leve localizado en hipocondrio izquierdo, anorexia y saciedad precoz acompañado de perdida ponderal significativa. Esplenomegalia grado IV y ausencia de adenopatías periféricas. Medulograma: foco único paratrabecular infiltrado por células linfoides pequeñas. Ecografía abdominal y TC: esplenomegalia heterogénea severa a expensas de masa sólida heterogénea, sin adenomegalias retroperitoneales. Se realiza esplenectomía. El examen inmunohistoquimico por citometría de flujo demostró CD 45++, CD19++, CD10++,CD20++, Hallazgo correspondiente a linfoma no hodking tipo B de origen centro folicular.    La paciente evoluciona favorablemente en el postoperatorio inmediato otorgándole el alta a los 7 días, al mes reingresa presentando colección subfrénica izquierda que se drena en forma percutánea. Actualmente con buena evolución, continua en tratamiento quimioterápico