Antecedentes |
Ante la sospecha de
perforación esofágica (PE) la táctica
terapéutica es determinante para la sobrevida
del paciente.
Suelen ser necesarias conductas quirúrgicas
resectivas u otras de menor envergadura pero que
requieren futuras reoperaciones.
Cuando la repercusión clínica inicial
no es grave, pero por imágenes se sospecha
PE, la decisión es difícil porque
se puede perder la oportunidad de intervenir a un
paciente aun en buenas condiciones; o se puede realizar
un tratamiento agresivo cuando podría controlarse
solo con soporte clínico. |
objetivo |
Analizar la evolución de
pacientes con sospecha de PE y la interpretación
posterior del cuadro como microperforación
esofágica bloqueada |
MARCO DE REFERENCIA |
Hospital de Clínicas e Instituto
FLENI |
DISEÑO |
Análisis retrospectivo de
la presentación y posterior evolución
de los pacientes de acuerdo a la terapéutica
instaurada. |
POBLACIÓN |
3 pacientes con sospecha de PE (2
espontáneos y 1 post-ingesta cáusticos) |
MÉTODO |
Presentación clínica
e imagenológica y análisis del enfoque
terapéutico. |
RESULTADOS |
Todos presentaron dolor torácico
agudo, síndrome febril, TAC con alteraciones
mediastinales y derrame pleural. Endoscopía
con úlcera extensa y radiología contrastada
mostrando disección esofágica.
Caso1: esofagostoma cervical, gastrostomía,
yeyunostomía y exploración y drenaje
mediastinal sin encontrar colecciones.
Caso 2: toracoscopía (líquido seroso)
y soporte con nutrición parenteral.
Caso 3: apoyo clínico y ayuno.
Los 3 casos se recuperaron satisfactoriamente. |
CONCLUSIONES |
En ausencia de PE extensa y con
cuadro clínico estable se puede tomar una
conducta quirúrgica expectante. Se puede
interpretar a la repercusión mediastinal
y pleural como una microperforación bloqueada. |