AUTORES: María Jimena Vera, María Eugenia De Carli, Alejandro Ravecca, Osvaldo Russo, Javier Arregui.

INSTITUCIÓN: Hospital Zonal General de Agudos “Evita Pueblo” de  Berazategui.

Antecedentes: El oso hormiguero (Myrmecophaga tridactyla) tiene un largo hocico desdentado y utiliza sus extensas garras para procurarse alimentos. Es un animal pacífico, nunca toma la iniciativa en el ataque y sólo actúa en defensa propia. En ese caso se sienta en sus cuartos traseros y lanza torpes zarpazos. Esta extraña especie habita sólo en América latina y se encuentra en peligro de extinción.

Objetivo:  Presentar  uno de los pocos casos publicados sobre la gravedad de lesiones que puede provocar un animal salvaje en cautiverio.

Lugar de aplicación: Hospital General de Agudos.

Diseño: Lámina.

Población: Paciente de sexo femenino de 20 años de edad cuidadora de animales en cautiverio de un Zoológico de la Provincia de Buenos Aires.

Método: Paciente que ingresa al Servicio de Emergencia presentando un politraumatismo grave.

Lesiones:

• Contuso penetrantes torácicas bilateral
• Contuso penetrantes en hemiabdomen derecho
• Desgarrantes profundas en muslo izquierdo
• Desgarrantes superficiales en miembro superior e inferior derecho
  

Conducta:

• Drenaje pleural bilateral
• Exploración abdominal con control del daño (parking)
• Restauración de circulación en miembro inferior derecho
• Toillette de lesiones de partes blandas

Resultados: Evoluciona séptica por necrosis de partes blandas. Amputación de miembro inferior derecho a las 24 horas. Necrosis extensa de miembro superior derecho. Fallo multiorgánico seguido de óbito.

Conclusiones: Este tipo de lesiones no sólo deben evaluarse por el daño aparente sino que su etiología (garras) es altamente contaminante. La conducta agresiva inicial puede ser la única chance de sobrevida. La morbimortalidad incluso con tratamiento adecuando es considerablemente alta.