AUTORES: Gustavo Stork, Aldo Cabo, Sergio Araujo, Mariano Moro, Jorge Milstein
INSTITUCIÓN: Hospital Municipal de Agudos "Dr. Leónidas Lucero"
Introducción:
Las heridas graves hepáticas por arma de fuego constituyen un desafío terapéutico.
Descripción de contenidos:
Presentamos un paciente masculino de 49 años, traído a la guardia de nuestro Hospital presentando herida por arma de fuego en epigastrio. Se explora quirúrgicamente, hallando lesión grave de hígado, con ingreso en segmento IV (orificio de 3X3 cm.) y salida en segmento VI/VII (orificio del tamaño del puño humano). Por la gravedad de la hemorragia se decidió realizar hemostasia transitoria con parking de gasa y recuperación en UTI. Se reoperó electivamente a las 72 hs. En primer lugar se amplió la incisión para lograr campo quirúrgico adecuado. Seguidamente se realizó movilización hepática y reparo vascular. Luego se efectuó la colecistectomía y se colocó catéter transcístico para control de canalículos biliares. A continuación se realizó la hepatotomía por la cara antero inferior del hígado desde el segmento IV hasta el segmento VI/VII, con hemostasia y bilistasia selectiva. Cierre de la cavidad, con drenajes abdominales ofrecidos al sitio de trabajo. Buena evolución con alta hospitalaria a los 10 días postoperatorios.
Observaciones y/o comentarios:
Las heridas graves de hígado representan un dilema terapéutico. En general, debido a lo emergente del cuadro y a las lesiones posibles, las estrategias terapéuticas son tan variadas como las lesiones en sí. Lo importante es tener presente en primer lugar el criterio de “Control del Daño”, lo cual salva la vida. Secundariamente se debe decidir la estrategia definitiva, en general manejada por cirujanos especializados en el manejo del hígado.
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