TITULO: QUISTES Y FISTULAS DEL CONDUCTO TIROGLOSO. NUESTRA EXPERIENCIA
AUTORES: LUIS BOGADO YINDE, ROSA FERREIRA, WATARU YAMANAKA, NELSON MARTÍNEZ VILLALBA
Nº DE REFERENCIA 7144
TIPO PRESENTACION: Temas Libres
CATEGORIA: Cirugía General
SUBCATEGORIA: Cabeza y Cuello
RESUMEN DE LA PRESENTACION:
ANTECEDENTES: Los quistes del conducto tirogloso son comunes en la infancia y la adolescencia, constituyendo la patología benigna más frecuente de las que afectan la línea media del cuello. El conocimiento de su embriología es fundamental para plantear el tratamiento quirúrgico, el que resulta exitoso utilizando la técnica de Sistrunk.
OBJETIVO: Reportar los casos observados en nuestro servicio, para establecer algunas características clínicas y criterios de manejo
DISEÑO: Estudio retrospectivo, observacional, descriptivo.
MATERIAL Y METODO: Se presentan 10 pacientes con quistes del conducto tirogloso y 1 caso como fistula cutánea del quiste tirogloso tratados en nuestro servicio en un periodo de 15 años(1996-2011) Se revisan datos demográficos, clínicos, terapéuticos y resultados.
RESULTADOS: Edad promedio de los pacientes fue de 24 años. 5 casos del sexo masculino y 6 casos del sexo femenino. Los motivos de consulta fueron la presencia de una masa a nivel de la línea media anterior del cuello. En todos ellos se realizaron la resección del quiste con la técnica de Sistrunk, presentándose una sola recidiva, el tiempo de estadía hospitalaria fue en promedio de 2 días. La anatomía patológica de ninguno de ellos informaba la presencia de un carcinoma del conducto tirogloso, que según la literatura se encuentra en 1 a 2 % de los casos.
CONCLUSIONES: El quiste tiroglosos es una patología poco frecuente, presentando 11 casos durante 15 años en nuestro servicio quirúrgico universitario, quienes consultaron por tumoración en la línea media anterior del cuello. Se debe conocer íntegramente la embriología del mismo para un buen tratamiento, la cual consiste en realizar la extirpación total del tracto, el quiste y la porción central del hioides, para evitar el riesgo de su infección o la posible malignización, o bien por razones estéticas.
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