TITULO: PATOLOGÍA TIROIDEA. CUANDO PREVER LA INTERVENCIÓN DEL CIRUJANO TORÁCICO
AUTORES: OSVALDO SALARIATO, ADRIAN GILARDONI, PEDRO SACO, ROQUE ADAM, JOSE LUIS LOPEZ
Nº DE REFERENCIA 6960
TIPO PRESENTACION: Temas Libres
CATEGORIA: Cirugía Torácica
RESUMEN DE LA PRESENTACION:
ANTECEDENTES: Existe una innumerable cantidad de publicaciones en el mundo referidas a este tema, pero aun así, existe gran variedad de interpretaciones respecto de cómo definir y clasificar la patología tiroidea en aquellas situaciones que por el tamaño, extensión de la glándula o recaída y o persistencia de la enfermedad se requiere planificar correctamente la estrategia quirúrgica, seleccionando de la manera más eficiente posible a aquellos pacientes que serán seguramente candidatos a abordajes cervicotorácicos o torácicos
OBJETIVO: Es absolutamente cierto y conocido que la mayoría de los bocios son resueltos por cervicotomías, pero lo que trataremos de puntualizar en este trabajo, a través de la experiencia personal y de la bibliografía consultada, cuales son los parámetros a tener en cuenta para indicar con un grado lo más aproximado posible de seguridad las situaciones en las que se deberá prever la intervención del cirujano torácico.
DISEÑO: Retrospectivo, observacional
MATERIAL Y METODO: Desde enero de 2006 a marzo de 2011 se analizaron pacientes operados con patología originaria de tiroides con algún tipo de compromiso torácico. Se intervinieron 34 pacientes con bocios cervicotorácicos y patología tiroidea, de los cuales en 8 debió utilizarse alguna variante de abordaje al tórax. De acuerdo a pautas preestablecidas se indicó participación del cirujano torácico en 9 casos, utilizando los siguientes criterios: a) localización de patología en mediastino posterior, b) lesión extensa nivel 3 y 4, c) compromiso vascular, digestivo o respiratorio, d) bocio mediastinal primario, e) recidiva o persistencia de neoplasia y f) patología pulmonar asociada relacionada.
RESULTADOS: De los 9 pacientes seleccionados para abordaje torácico exclusivo o suplementario se debió utilizar necesariamente este procedimiento en 8. Se efectuaron 4 manubriotomías, 3 esternotomías y una videotoracoscopía. En uno solo de los pacientes programados se logró resolver su patología por cervicotomía exclusivamente.
CONCLUSIONES: Utilizando un conjunto de pautas integradas aplicadas a patología tiroidea cervicotorácica se logró seleccionar con una exactitud el 88 % a aquellos pacientes que requirieron la participación activa del cirujano torácico en el tratamiento de su enfermedad.
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