TEMAS LIBRES

TITULO: CIRUGIA CONTAMINADA Y MALLA IRREABSORBIBLE ¿AMIGAS O ENEMIGAS?

AUTORES: NICOLÁS HELLMUTH DREIFUSS, FRANCISCO LAXAGUE, MARIA AGUSTINA CASAS, AGUSTIN CRISTIAN ANGERAMO, EMANUEL EZEQUIEL SADAVA

Nº DE REFERENCIA 16193

TIPO PRESENTACION: Temas Libres

CATEGORIA: Cirugía General

SUBCATEGORIA: Paredes Abdominales

RESUMEN DE LA PRESENTACION: 

ANTECEDENTES: El uso de malla en la reparación de defectos abdominales se ha vuelto un estándar de cuidado. Sin embargo, la utilización de prótesis irreabsorbibles en terrenos contaminados continúa siendo motivo de debate por las potenciales complicaciones, principalmente infecciosas.

OBJETIVO: Evaluar los resultados del uso de malla irreabsorbible en territorios limpio-contaminados y contaminados.

DISEÑO: Observacional, retrospectivo sobre una base de datos cargada de forma prospectiva.

MATERIAL Y METODO: En el periodo entre Febrero de 2010 y Marzo de 2018 se incluyó una serie consecutiva de pacientes que fueron sometidos a plásticas de pared abdominal con malla irreabsorbible en contexto de cirugías limpia-contaminadas o contaminadas. Se utilizó la clasificación de CDC (Center for Disease Control). Se analizaron variables demográficas, quirúrgicas y postoperatorias.

RESULTADOS: Se realizaron 58 reparaciones de defectos abdominales con malla irreabsorbible, que incluyen, 30 eventroplastias y 28 hernioplastias (19 inguinales y 9 ventrales). La edad promedio fue 62 años y el 60% fueron de sexo masculino. El score ASA fue I-II en el 83% de los casos. El índice de masa corporal (IMC) promedio fue 28,3 kg/m2. Las comorbilidades más frecuentes fueron: hipertensión arterial (43,3%), tabaquismo (28,3%), diabetes (9,4%) y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (9,4%). La cirugía fue clasificada como limpia-contaminada en 54,7% de los casos (23 colecistectomias y 6 procedimientos tocoginecológicos) y contaminada en 45,3% (17 cirugías colorrectales y 7 esofagogastroduodenales). En el 81% de los casos la malla se colocó en espacio pre-peritoneal o retromuscular (sublay) y se utilizó malla de polipropileno estándar. La media de internación fue de 5,1 días. Hubo 7 infecciones de sitio quirúrgico (12 %) y en 1 paciente (1,7%) se requirió exploración con retiro de prótesis. El 60 % de las infecciones de sitio quirúrgico fueron en cirugías contaminadas. La localización sublay de la protesis presentó menor incidencia de infección (6,9%) en comparación a la intraperitoneal (20%) y supra-aponeurótica (60%), p < 0.01. Con seguimiento promedio de 24 (6-48) meses se registraron un 10,3% de recidivas, todas en reparaciones ventrales. El 66% de las recidivas se produjeron en cirugías limpia-contaminadas (p=NS).

CONCLUSIONES: La utilización de una prótesis irreabsorbible para las plásticas de pared abdominal en contexto de cirugías limpia-contaminadas o contaminadas es un procedimiento seguro y factible. La colocación de la malla en posición sublay parecería asociarse a menor tasa de complicaciones.


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