OBESIDAD INFANTIL: ¿ES LA CIRUGÍA BARIÁTRICA UNA OPCIÓN POSIBLE? | Dr. Jorge Harraca

Cada vez más niños y adolescentes presentan problemas de obesidad. ¿En qué casos es aconsejable realizar una intervención quirúrgica y en qué consiste?

En las últimas décadas el número de niños y adolescentes obesos creció notablemente convirtiéndose en una problemática mundial. Nos encontramos en una sociedad de hábitos sedentarios, ingesta calórica desmedida, que se evidencia por la tasa creciente de obesidad infantil.

Los niños y adolescentes que resultan afectados, tienen mayor predisposición que, aquellos de peso normal, a sufrir enfermedades a temprana edad, que alteran su calidad de vida, como la hipertensión arterial, diabetes Mellitus II, artritis y problemas articulares, apnea obstructiva, depresión y baja autoestima, entre otros.

Si bien la meta es la prevención de la obesidad en la infancia, el tratamiento de los ya afectados es un desafío creciente. Por eso, las alternativas van desde los cambios alimentarios y la incorporación del ejercicio, pasando por la farmacoterapia y llegando a la Cirugía Bariátrica como alternativa.

En la obesidad infantil, leve a moderada, los cambios en la conducta alimentaria y del estilo de vida de los niños pueden reducir el peso y mejorarlos clínicamente, pero en la obesidad severa estas medidas muchas veces no son suficientes. Como consecuencia, cada vez más especialistas dirigen su atención a las alternativas de tratamiento quirúrgico que se agrupan dentro de la Cirugía Bariátrica.

A pesar de ser controversial para algunos, esta cirugía resulta una iniciativa adecuada en pacientes muy bien seleccionados que fueron carentes de herramientas efectivas para la prevención primaria o el tratamiento conductual de la obesidad. Existen estudios que describen que la cirugía bariátrica en niños conlleva una pérdida significativa de peso y mejoras en la calidad de vida aunque se advierte que el post operatorio y el seguimiento pueden ser más problemáticos que en los adultos.

Por lo general, este tipo de cirugía se indica en mayores de 11 años, ya que lo recomendable es que se realice en niños que completaron su desarrollo óseo, o al menos un 90% de éste.

Ahora, ¿cómo es la cirugía bariatrica? Existen diferentes técnicas agrupadas bajo este nombre, todas realizadas a través de abordajes videolaparoscopicos mini invasivos. Una de ellos es el By Pass Gástrico, la más difundida y utilizada. Se divide el estómago, dejando un pequeño reservorio de 15 a 30 ml, conectado directamente al intestino delgado, de este modo, el alimento pasa directamente al intestino, logrando que disminuya la absorción de nutrientes que se traduce en descenso de peso.

Otra técnica, la banda gástrica, resulta muy atractiva para la edad pediátrica, por ser menos agresiva, ajustable y 100% reversible. Se coloca una banda ajustable de silicona que se instala en el tercio superior del estómago, dividiéndolo en 2 partes, en reloj de arena. El estómago superior queda restringido a un volumen de alrededor de 20 ml lo que limita y controla la cantidad de alimento ingerido, retarda el proceso de vaciamiento gástrico y determina una menor ingesta con pérdida de peso.

En ambos casos, la técnica de abordaje videolaparoscópico permite una recuperación más rápida aunque la banda gástrica ajustable posee mayor rapidez de recuperación y menor espectro de complicaciones que el By Pass.

Lo que es importante aclarar es que, la decisión de implementar una cirugía bariatrica en niños o adolescentes, debe surgir de la evaluación de un equipo multidisciplinario integrado por pediatras, psicólogos, nutricionistas y cirujanos. Para esto la Asociación Argentina de Cirugía lleva adelante tares para el consenso de las disciplinas intervinientes en la selección de pacientes y técnicas. Asimismo, existen diferentes caminos previos que pueden arrojar buenos resultados cuando están acompañados de educación alimentaria y ejercicio físico en un marco de control y seguimiento. Por eso, es de vital importancia la responsabilidad de los adultos en cuanto al rol que desempeñan en la educación y la prevención en niños y adolescentes.

En conclusión, lo aconsejable será estudiar las particularidades clínicas de cada caso, haciendo especial hincapié en las características del niño tanto en su perfil genético y conductual como también en su ámbito familiar (muchas veces determinante del origen del problema padecido) para dar con el tratamiento más adecuado.

Asesoró: Dr. Jorge Harraca – Coordinador de la Comisión de Cirugía Bariátrica de laAsociación Argentina de Cirugía- MP (8303) MAAC.

 

 

 

 

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