AUTORES: Martín Fauda, Arthur Matas, Raja Kandaswamy, David Sutherland, Angelika Gruessner.
INSTITUCION: Univerisdad de Minnesota
Antecedentes: Muchos centros de transplante no recomiendan el trasplante de páncreas luego del trasplante de riñón (TPLR) con donante vivo por el potencial riesgo de daño renal.
Objetivo: Comparar con Hemoglobina Glucosilada (HbA1C) receptores diabéticos, post-trasplante de riñón (TR) versus aquellos pacientes que recibieron un TPLR.
Lugar de aplicación: Universidad de Minnesota, US.
Diseño: Retrospectivo.
Población: 181 pacientes post. TR y TPLR.
Método: Desde enero 1995 a diciembre 2003, 106 pacientes recibieron trasplante de riñón y posteriormente un trasplante de páncreas entre 2 y 12 meses. (Grupo: TPLR) fueron comparados con 75 pacientes que tenían criterio de trasplante de páncreas luego del trasplante de riñón pero sólo recibieron trasplante renal por razones personales o financieras. (Grupo: TR).
Se evaluó la hemoglobina glucosilada (HbA 1c) y la función renal anualmente. El promedio de seguimiento para TPLR y TR fue 78.2 y 82.7 meses respectivamente. ANOVA y Wilcoxon test fue utilizado para comparar los dos grupos.
Resultados: Los pacientes del grupo TPLR fueron mas jóvenes (42.1±7.8 vs 45.7±10.6, p=0.008) y Diabetes Mellitus tipo I fue la causa más frecuente de IRCT. (93% vs 76%, p=0.0008). La HbA1c fue 5.3%, 5.5% 5.6% a 1, 3 y 5 años respectivamente en el grupo TPLR versus 7.5%, 7.2% y 7.5% a 1, 3, y 5 años respectivamente en el grupo TR. Datos estadísticamente significativos.
Conclusiones: El trasplante de páncreas luego del trasplante de riñón permite mantener una buena función del injerto renal y un mejor control de la glucemia. |