AUTORES: Karina Mariel Giroldi, Ana María Iriñiz, Marcelo Montiel, Eduardo Vallejos, Walter González.
INSTITUCION: Servicio de Cirugía General del Hospital Dr. Julio C. Perrando.
Antecedentes: La hidatidosis hepática sigue siendo una enfermedad endémica en el país, y aún sin haber encontrado una solución definitiva para ella; por lo que proponemos técnicas, que conjugan el binomio máxima radicalidad-mínima morbilidad, las cuales se presentan en la actualidad como las más deseables y de más alto rendimiento.
Objetivo: Analizar las técnicas conservadoras y radicales con su morbimortalidad, en relación con el tipo anatomopatológico del quiste (con comunicación biliar), tipo de técnica empleada, vía de abordaje, gestos quirúrgicos asociados y curso postoperatorio (complicaciones, morbimortalidad y estancia hospitalaria).
Lugar de aplicación: Servicio de Cirugía General del Hospital Dr. Julio C. Perrando.
Diseño: Trabajo observacional retrospectivo.
Población: 30 Pacientes con diagnósticos de hidatidosis hepática.
Método: Revisión de historias clínicas desde Mayo 2002 a 2007, 30 pacientes con edad media de 50 años, 2 con quistes univesiculares y 28 multivesiculares; 29 de ellos sin comunicación biliar y 1 con comunicación biliar. 28 fueron sometidos a cirugía conservadora, y 1 radical y 1 combinada desde Septiembre del 2006.
Resultados: Comparar la morbimortalidad según el tipo de quiste y la técnica.
Conclusiones: La cirugía radical y la conservadora tienen argumentos a favor y en contra. La 1º ofrece una cura completa pero expone al paciente a mayor riesgo operatorio. No siempre es posible realizarla porque hay que tener un centro entrenado en ello, de ahí que continúa vigente la cirugía conservadora, aunque las complicaciones son más frecuentes.
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